Unir dos viviendas en una planta baja, creando un gran espacio
La premisa de la que partía el proyecto era unir dos viviendas en una planta baja, creando un gran espacio que integrara comedor, sala de estar y cocina, para lo que se demolieron dos cocinas tradicionales presentes en la distribución original.
La pared que dividía los dos comedores se eliminó, generando un único espacio con varios metros lineales de fachada cerrada por dos grandes ventanales de suelo a techo e integrando totalmente la cocina, que ofrece vistas a la terraza y la piscina.
Una mesa de madera rústica preside la zona del comedor y actúa de contraste con el banco de trabajo de la cocina de acero, mientras que un gran sofá redondo delimita la zona de estar.
La distribución se completa con cuatro dormitorios y dos cuartos de baño.